Reflexiones Cristianas

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4. La expiación y la iniciativa divina

In 2008 4to Trimestre on octubre 19 , 2008 at 10:20 pm

Versículos de estudio, propuestos por el autor, para esta semana: Romanos 3:19-22; 5:6-8; 5:20, 21; Efesios 1:4; Colosenses 1:26-27; 2 Timoteo 1:8, 9; Tito 1:2.


1. Salvación por amor, no por obligación

Efectivamente, no hay NADA en el ser humano que obligue a Dios a salvarnos. Dios no tiene deudas con nosotros, sino nosotros con Él. Dios salva al hombre por su propia iniciativa y por su propia voluntad. Esta realidad queda expresada en su AMOR por nosotros:

«Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» Romanos 5:6-8 (LBLA – destacado nuestro)

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5. Mateo 10: Jesús y sus discípulos

In 2008 3er Trimestre on julio 29 , 2008 at 10:03 am

Versículos propuestos para el estudio de esta semana: Levítico 25:8-54; Mateo 10; Juan 10:10

1. El reino de los cielos se ha acercado (Mateo 10:7)

Gary Krause, autor de este folleto de Escuela Sabática, comprende acertadamente el significado del «reino de los cielos«, cuando dice que:

«El Reino de los cielos era ahora. Ahora la gente podía ver a Jesús, escuchar sus palabras, y aprender los principios sobre los cuales se basan la salvación y el cielo. Ahora podía aprender a seguir su ejemplo de cómo vivir. Ahora podían ver cómo operaban los principios del gobierno de Dios en el vida real. Ahora ellos podían elegir llegara ser parte de ese Reino. Ahora podían recibir las promesas del Espíritu Santo, de la victoria sobre el pecado, de la esperanza de la vida eterna» Domingo, 27 de julio Pág. 36

1.1. ¿Porqué y cómo se «acercó el reino»?

Leyendo el contexto de Mateo 10:7, nos damos cuenta de que Jesús escogiendo a doce discípulos les dio instrucciones (Mateo 10:5) de ir «a las ovejas perdidas de la casa de Israel» (Vers. 6) predicándoles «El reino de los cielos se ha acercado«.

En otras palabras, los doce debían presentarse ante los judíos que no le reconocían como el Mesías, al igual que lo hizo Jesús mismo (Mateo 15:24), con el mensaje de que el Reino de los cielos se había acercado. Evidentemente, el mensaje del evangelio fue entregado «tanto para judíos como griegos» (Hechos 14:1; Hechos 18:4; Hechos 19:10, 17; Hechos 20:21; Romanos 3:9; 1 Corintios 1:24; 1 Corintios 12:13), pero los judíos eran quienes, en este contexto, esperaban la venida del Mesías y quienes se habían perdido en su propia sabiduría y orgullo. La comprensión del evangelio por parte de estas «ovejas perdidas» era una de las primeras «fases» de la predicación al mundo entero.

«Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo; sus pastores las han descarriado, haciéndolas vagar por los montes; han andado de monte en collado y han olvidado su lugar de descanso» Jeremías 50:6 (LBLA – destacado nuestro)

Ya hemos visto, en lecciones anteriores, que el mensaje de Juan el Bautista era el del «arrepentimiento» («cambiar la manera de pensar» o «conversión«), «porque el reino de los cielos se ha acercado«, decía el Bautista (Mateo 3:2). Después que Juan fue encarcelado, fue el propio Jesús quien predicaba el evangelio del reino de Dios diciendo «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio» (Marcos 1:14).

Los judíos sabían que había de llegar un reino que jamás sería destruido.

«En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reino, y él permanecerá para siempre» Daniel 2:44 (LBLA – destacado nuestro)

Lucas nos dice que dicho reino será entregado al Hijo del Altísimo, y que «no tendrá fin«.

«Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» Lucas 1:32-33 (LBLA – destacado nuestro)

Por tanto, los Judíos eran los primeros que debían comprender con claridad que aquel reino indestructible vendría de la mano del Mesías, y que éste era Jesús, quien ahora estaba entre ellos. Por eso, y bajo esta interpretación bíblica, Jesús claramente les explicará QUÉ, o más bien QUIÉN, es el reino de Dios.

«Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles, ni dirán: «¡Mirad, aquí está!» o: «¡Allí está!» Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está» Lucas 17:20-21 (LBLA – destacado nuestro)

En pocas palabras, la salvación ofrecida en la persona de Jesús representa el reino de Dios acercándose al Hombre.

2. Jesús advierte a los discípulos (Mateo 10:16)

La advertencia de Jesús fue la siguiente:

«Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas» Mateo 10:16

Para comprenderla debemos leer el contexto de dicha advertencia y procurar enlazar las figuras utilizadas con el consejo propiamente dicho que sigue a continuación. Leyendo el contexto y los sinópticos, por tanto, podemos comprender el contexto en el que se encuentra dicha advertencia. Los discípulos…:

1. Serían entregados en los tribunales y azotados en las sinagogas (Mateo 10:17; Marcos 13:9; Lucas 21:12)
2. Serían llevados ante los gobernantes y reyes por causa de Cristo (Mateo 10:18; Marcos 13:9; Lucas 21:12)
3. No debían preocuparse por lo que decir porque el Espíritu de Dios les dirá qué decir (Mateo 10:19-20; Marcos 13:11; Lucas 21:14-15)
4. El evangelio debía predicarse a todas las naciones (Marcos:13:10)
5. Entre vosotros, habrá enemistades familiares que llegarían a la muerte entre padres e hijos (Mateo 10:21; Marcos 13:12; Lucas 21:16)
6. Serían odiados por causa de su nombre (Mateo 10:22; Marcos 13:13; Lucas 21:17)
7. … pero el que persevere hasta el fin, será salvo (Mateo 10:22; Marcos 13:13; Lucas 21:18)
8. Cuando sean perseguidos debían huir a otras ciudades… (Mateo 10:23)
9. «… no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre» (Mateo 10:23)

En pocas palabras, entre la persecución, el odio, las traiciones y la propia muerte (¡incluso por parte de los propios familiares!), los discípulos debían SEGUIR PREDICANDO EL EVANGELIO confiando en Dios, perseverando y despreocuparse incluso de sus propias palabras.

Si como dice Marcos, el evangelio debía predicarse a todas las naciones, y según el contexto indicado la propia vida de lo discípulos estaba en juego, entonces podemos comprender la advertencia de Jesús.

Veamos a continuación las diferentes versiones del versículo, para luego concluir respecto de su posible interpretación contextual.

Pulsa sobre la tabla para verla más grande y legible
Fuente: http://www.biblegateway.com

Se podría decir que, bajo el contexto indicado, Jesús podría estar diciéndonos lo siguiente:

«Mirad, soy consciente que os estoy enviando a una`boca de lobos´. Ellos (reyes, gobernantes e incluso algunos familiares), a quienes es necesario que entreguen también el mensaje del evangelio con vuestro testimonio, os perseguirán e incluso procurarán quitarles la vida. Pero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones; por tanto, sed astutos como las serpientes (estad atentos, no os dejéis engañar, al más mínimo movimiento del enemigo si es necesario escondeos, actuad hábilmente cuando estéis en peligro), pero también sed inocentes o humildes como las palomas (no agredáis a vuestro enemigo, no intentéis hacer justicia por vuestra propia mano, permitid que Dios, y el Espíritu Santo os guíen, y confíen el Él, de lo contrario no estaréis dando testimonio)«

3. Sanación y Salvación (Mateo 10:7-8)

Seguidamente al mensaje de «El reino de los cielos se ha acercado», Jesús les dice a los discípulos:

«Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia» Mateo 10:7-8 (LBLA – destacado nuestro)

En realidad, el sanar, resucitar, limpiar y expulsar, forman parte del «acercamiento del reino«. Cuando Jesús cogió las Escrituras e hizo suyas las palabras de Isaías 42:7; 49:9; 61:1-2 y 58:6, estaba no sólo diciendo que Él era el Mesías, sino que Él estaba acercando el reino de los cielos al Hombre, y su gracia se manifestaba, no sólo en la salvación, sino también en la salud.

De hecho una de las palabras griegas σωτηρια (soteria), se traduce tanto como salvación o salud. Según el Diccionario expositivo de palabras del antiguo y del nuevo testamento exhaustivo, de W.E. Vine, las dos primeras acepciones al término «salvación» se corresponde con la «liberación material» y «liberación espiritual«:

«1. soteria (σωτηρια, 4991), denota liberación, preservación, salvación. La salvación se usa en el NT: (a) de liberación material y temporal de peligros y aprehensión: (1) nacional (Lc. 1:69: «cuerno de salvación», RV; RVR traduce «poderoso Salvador»; v. 71; Hch 7:25: «libertad», RVR; RV: «salud»); (2) personal, como del mar (Hch 27:34: «salud», RV, RVR); de la cárcel (Flp 1:19: «liberación»; RV: «salud»; del diluvio (Heb 11:7: «que su casa se salvase», RV, RVR; VM: «la salvación de su casa»); (b) de la liberación espiritual y eterna concedida inmediatamente por Dios a aquellos que aceptan sus condiciones de arrepentimiento y fe en el Señor Jesús, en quien únicamente se puede obtener (…)»

4. Conclusión

El Reino de los cielos se acercó al Hombre cuando Jesús se encarnó e hizo accesible la salvación material y espiritual atendiendo TODAS las necesidades humanas (cumpliendo de esta manera, no bajo un poder humano o político, la función principal de su reino). Su atención espiritual y material fue, a la vez, la comisión que pidió cumplieran sus discípulos, en primer lugar a los Judíos (dado que eran quienes se habían perdido, y esperaban al Mesías), pero con extensión a todos los hombre (judíos y griegos). Para ello, los discípulos, debían ser «astutos como serpientes» e «inocentes o humildes como palomas» porque el peligro de su comisión ponía en riesgo no sólo sus vidas, sino la predicación del evangelio (incluido el testimonio hacia los «enemigos»).

Desde entonces dicho reino es una realidad PRESENTE para todo cristiano, teniendo al alcance de su mano la salvación por gracia a través de la fe en Jesús.